Las pápulas perladas, conocidas también como glándulas de Tyson y papilas coronales, constituyen una condición absolutamente normal del pene, sin riesgo alguno de contagio o molestias, sin embargo, frecuentemente se les confunden con los síntomas del Virus de Papiloma Humano (VPH).
Ante la desinformación, estas pequeñas protuberancias blanquecinas, son la razón de que cientos de personas se alarmen y consulten al médico.
¿Qué son y cuáles son las funciones de las pápulas perladas?
Identificadas científicamente como hirsuties papillaris genitalis, estos diminutos bultos tienen el aspecto de verrugas blancas que aparecen en el pene.
Siendo precisos, rodean los bordes del glande, específicamente en la corona del miembro. Generalmente salen en una o en varias hileras y alrededor del frenillo.
Con respecto a las funciones de las pápulas perladas, son la lubricación del pene y la producción tanto de feromonas, como de esmegma, un agente antibacteriano que además de “engrasar”, puede irritar e inflamar el glande y el prepucio (balanitis), cuando no se mantiene una higiene adecuada.
Comúnmente, después de superar un caso de balanitis, las papilas coronales se notan un poco más durante un buen tiempo.
Realmente todos los hombres las poseen, pero en unos son más visibles que en otros. De hecho, los varones circuncidados las tienen menos marcadas.
Los verdaderos síntomas del VPH en los hombres
Según información de Mayoclinic, los verdaderos síntomas del VPH en los hombres, están las verrugas genitales en formas de lesiones planas, causando sensibilidad y comezón.
Dichas verrugas tienen aspecto de coliflor y surgen en el escroto y el pene, pero también rodean el ano de la persona infectada.
Además, según el tipo de protuberancias del VPH, pueden aparecer en las manos, las plantas de los pies, la zona púbica o el rostro.